Una chispa de vida: La génesis de la idea
Para esta obra, tenía en mente a una persona especial: una coleccionista de arte con la que había hablado de sus colores favoritos y preferencias. El amarillo, dijo, debería ser el color, poderoso y lleno de vida.
Ella lo asoció con un mensaje claro: " Hurra, todavía estoy viva". Cada mañana, cuando se despierta y mira la pintura, debería ser una señal, una prueba de que todavía está aquí, a pesar de los desafíos de salud que enfrenta.
El tamaño de la obra debía ser de entre 1 mx 1 m y 1,5 m de ancho. Podría ser una pintura de dos partes, pero mientras trabajaba en ella, se me ocurrió agregar una sección intermedia opcional. De esta manera, puede elegir libremente entre dos partes o usar el tercer elemento para extender la obra y crear un efecto aún más intenso.